LA FAMILIA
Hace poco leía un caso, donde la madre de un alumno
agredía a la profesora de su hijo, con patadas, tirones de pelo y puñetazos en
el rostro en un colegio de Ocaña. La profesora tuvo que ser atendida en el
centro de salud de Ocaña. Y gracias a los padres de los demás alumnos, no fue a
más, ya que separaron a la madre que estaba pegando a la profesora.
El Consejero de Educación, Cultura y Deportes junto al
resto de compañeros docentes y padres de los alumnos del colegio dieron todo su
apoyo a la profesora.
Supuestamente, la agresión se realizó porque la profesora
había castigado al niño el día anterior, pero no es motivo para agredir a la profesora ni se la debería cuestionar sobre como realiza su trabajo. Cada profesor tiene una metodología para que los alumnos aprendan, y si el niño hace algo mal como puede ser pegar a otro niño, decir palabrotas... (que en este caso no sabemos la razón del castigo), el profesor tiene que tomar medidas para que los alumnos no aprenden esa conducta y lo vean como algo natural. Al contrario, hay que enseñarles que eso esta mal y no se debe hacer y si se aplica a modo de castigo (que suele ser ir al rincón de pensar o estar un rato sentado en el recreo en vez de estar jugando) no debería ser criticado, porque es la metodología que el profesor está utilizando para que los alumnos aprendan lo que deben y no deben hacer.
En estos casos, lo más normal es que cuando no se esta conforme con la metodología utilizada en clase, a través de lo que cuenta el niño, el primer paso es hablar con el profesor para que explique lo sucedido y llegar a un acuerdo dialogando. Pero lo que no hay que hacer en ningún caso por muy grave que sea, es llegar a la violencia y mucho menos con todos los niños entre 3 y 6 años delante, porque los niños pueden aprender de esa conducta, que no es la adecuada y lo más grave que pueden padecer trastornos psicológicos relacionadas con esa escena.
En estos casos, lo más normal es que cuando no se esta conforme con la metodología utilizada en clase, a través de lo que cuenta el niño, el primer paso es hablar con el profesor para que explique lo sucedido y llegar a un acuerdo dialogando. Pero lo que no hay que hacer en ningún caso por muy grave que sea, es llegar a la violencia y mucho menos con todos los niños entre 3 y 6 años delante, porque los niños pueden aprender de esa conducta, que no es la adecuada y lo más grave que pueden padecer trastornos psicológicos relacionadas con esa escena.
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