SÍNDROME DE DOWN


El síndrome de Down no es una enfermedad, sino un trastorno genético causado por una alteración en el cromosoma 21. Este trastorno hace que las personas presenten retrasos mentales y sociales y anomalías físicas.


Muchas personas piensan que tener un familiar con Síndrome de Down es lo peor que te puede pasar en el mundo, porque se piensa que estas personas dependen de otra y no puede hacer nada con autonomía, pero no es así. Esto demuestra que la sociedad en la que vivimos juzga sin conocer.

Las personas con Síndrome de Down pueden ser independiente, muchos de ellos están casados, tienen hijos, tienen un trabajo, deciden sus propias decisiones… Los niños con Síndrome de Down hacen todo lo que hacen los demás niños como jugar, escribir, leer, y cada uno es diferente: uno es más cariñoso, otro es inquieto, a otro le gusta hacer bromas, a otro no les gusta las bromas…

A la hora de enseñarles y que ellos aprendan, los profesores deben encontrar los recursos que más ayuden a los niños, ya que en este aspecto les cuesta un poco más que a los niños sin Síndrome de Down, por eso se recomienda trabajar con pautas visuales, actividades motivadoras, a la hora de responder hay que tener paciencia, explicaciones sencillas, utilizar muchos ejemplos, mirarles cuando se les habla, celebrar sus logros, no hay que ayudarles en lo que saben hacer, refuerzos y repasos frecuentes…

En la actualidad, los niños con Síndrome de Down no tienen la necesidad de estar escolarizados en centros especiales, pero en muchas ocasiones acuden a los centros especiales porque los centros ordinarios no les dan la oportunidad de aprender. Solo cuentan con profesores de apoyo que en una semana tiene 3 o 4 clases, en las demás horas están con el resto de los alumnos donde se encuentran un poco excluidos.

En mi opinión necesitamos un cambio en educación, donde los niños con Síndrome de Down puedan aprender junto con el resto de los niños, aunque luego necesite apoyo para reforzar lo que han aprendido. Para ello, los profesores se tienen que implicar, por eso necesitamos incluir en las aulas métodos de enseñanza inclusivos y dar respuestas a las necesidades educativas de todos los niños.

Por otro lado, me gustaría comentar que hace un par de meses, en un artículo y después en un programa de televisión “chester” Arcadi Espada definió a las personas con Síndrome de Down como “hijos tontos, enfermos y peores” y que los padres al enterarse de que sus hijos tienen Síndrome de Down deberían abortar, debido a que estos niños no tienen una vida digna.

Para empezar es una "vergüenza" que haya personas que piensen así, porque el Síndrome de Down  NO es una enfermedad, es una alteración genética en el cromosoma 21. Su salud posiblemente esté más sana que la de algunas personas sin síndrome. No son tontos, son capaces de aprender y hacer lo que se proponen, aunque les cueste un poco más, pero son constantes y no paran hasta conseguirlo. Y por último no son peores, son como el resto de la sociedad, incluso mejores, ya que no tienen ninguna maldad. 



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CONCLUSIÓN

SANDRA ALEGRE

AMPA